Es posible que te preguntes si existen deducciones fiscales al vender una casa. ¡Y la respuesta es sí!
Es cierto que quizás recuerdes la nueva ley tributaria de 2018, también conocida como la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos, que cambió algunas reglas para los propietarios de viviendas. Pero ten la seguridad de que si vendiste tu casa en 2022 (o planeas hacerlo en el futuro), tus deducciones fiscales cuando presentes tus impuestos ante el IRS pueden sumar ahorros considerables.
¿Quieres conocer una lista completa de todas las deducciones (así como exenciones fiscales u otras deducciones) a disposición de los vendedores de casas? Echa un vistazo a esta lista para asegurarte de no perderte ninguna.
1.- Costos de venta.
Estas deducciones se permiten siempre y cuando estén directamente relacionadas con la venta de la casa, y hayas vivido en la casa durante al menos dos de los cinco años previos a la venta. Otro detalle: La casa debe ser tu residencia principal y no una propiedad de inversión.
Puedes deducir cualquier costo asociado con la venta de la casa, incluidos los honorarios legales, los honorarios de fideicomiso, los costos de publicidad y las comisiones de los agentes inmobiliarios. Esto también podría incluir los honorarios de preparación de la casa para la venta.
Solo recuerda que no puedes deducir estos costos de la misma manera que, por ejemplo, los intereses hipotecarios. En su lugar, los restas del precio de venta de tu casa, lo que a su vez afecta positivamente a tu impuesto sobre las ganancias de capital.
2.- Mejoras y reparaciones en el hogar.
¡Ganas otra vez! Si renovaste algunas habitaciones para hacer tu casa más atractiva en el mercado (y para poder obtener un precio de venta más alto), también puedes deducir los costos de esas mejoras. Esto incluye pintar la casa o reparar el techo o el calentador de agua.
Pero hay una trampa, y todo se reduce al tiempo.
Si necesitaste hacer mejoras en el hogar para vender tu casa, puedes deducir esos gastos como costos de venta siempre y cuando se hayan realizado dentro de los 90 días previos al cierre.
3.- Impuestos sobre la propiedad.
Esta deducción está limitada a $10,000 USD. Entonces, si estuviste pagando diligentemente tus impuestos sobre la propiedad hasta el momento en que vendiste tu casa, puedes deducir el monto que pagaste en impuestos sobre la propiedad el año pasado hasta $10,000 USD.
4.- Intereses hipotecarios
Al igual que con los impuestos sobre la propiedad, puedes deducir los intereses de tu hipoteca por la parte del año en que fuiste dueño de la casa.
Solo recuerda que, según el código tributario de 2018, los nuevos propietarios de viviendas (y vendedores de viviendas) pueden deducir los intereses de hasta solo $750,000 de deuda hipotecaria. Sin embargo, los propietarios que obtuvieron su hipoteca antes del 15 de diciembre de 2017 pueden continuar deduciendo hasta la cantidad original de hasta $1 millón.
Ten en cuenta que los intereses de la hipoteca y los impuestos sobre la propiedad son deducciones detalladas. Esto significa que para que funcione a tu favor, todas tus deducciones detalladas deben ser mayores que la nueva deducción estándar, que el Tax Cuts and Jobs Act casi duplicó cuando entró en vigor.
Para complicar un poco las cosas, esas cifras cambiaron una vez más en 2022 para reflejar la inflación creciente, aumentando a $12,950 para individuos, $19,400 para jefes de hogar y $25,900 para parejas casadas que presentan una declaración conjunta.
5.- Impuesto sobre ganancias de capital para vendedores.
La regla de las ganancias de capital técnicamente no es una deducción (es una exclusión), pero igual te gustará.
Como recordatorio, las ganancias de capital son tus ganancias por vender tu casa: todo el efectivo que queda después de pagar tus gastos, más cualquier deuda hipotecaria pendiente. Y sí, estas ganancias se gravan como ingresos. Pero aquí está la buena noticia: puedes excluir hasta $250,000 de las ganancias de capital de la venta si eres soltero y $500,000 si estás casado. La única gran condición es que debes haber vivido en la casa al menos dos de los últimos cinco años.
Y recuerda que las ganancias de capital se calculan sobre la base de costo de tu hogar, no el precio de compra original. ¿Qué es la base de costo? Imagina que compras una casa por $400,000, luego gastas $100,000 en mejoras, tendrías una base de costo de $500,000. Una pareja casada podría vender la casa por $500,000 (después de vivir allí dos años) sin tener que pagar impuestos sobre las ganancias de capital.
En otras palabras, cuanto más alta sea tu base de costo, más pequeña será tu factura de impuestos una vez que vendas. Solo recuerda llevar un registro de todos los recibos de mejoras para el hogar.
Por último, busca las reglas de esta exención para cambiar en una posible futura ley fiscal.